Desde el momento en que comenzó la actividad, quedó claro que no sería una narración convencional. Ximena Contreras, con su estilo único, inició la jornada con una canción que inmediatamente conectó con los pequeños asistentes, creando un ambiente de entusiasmo y expectativa. La energía que emanaba de su interpretación estableció el tono para lo que sería una instancia llena de emociones y sorpresas.

La narración de “La Tortilla Corredora” no solo fue un relato, sino una experiencia inmersiva para los niños. Con su expresividad y elocuencia, Contreras logró mantener a todos los presentes completamente atentos. Cada palabra y gesto de la narradora invitaba a los niños a participar activamente en la historia, haciéndolos reír, sorprenderse e incluso reflexionar sobre las aventuras de la traviesa tortilla.

Los elementos más destacados de la jornada fue el uso de muñecos y figuras que la cuentacuentos incorporó a su narración. La presencia de estos personajes complementó la historia, añadiendo un nivel extra de interés y haciendo que las palabras cobraran vida.

La interacción fue otro aspecto clave del evento. Los niños no solo escucharon la historia, sino que también participaron activamente, respondiendo a las preguntas de la narradora, haciendo comentarios espontáneos y riendo con las situaciones cómicas que surgían en el relato. Esta participación hizo que el evento fuera tanto entretenido como educativo, ya que fomentó la creatividad y la imaginación de los más pequeños.

Este tipo de instancias no solo promueven la lectura y el amor por las historias, sino que también fortalecen los lazos familiares y comunitarios, creando espacios donde padres e hijos pueden disfrutar juntos de la magia de los cuentos. Sin duda, la jornada de “La Tortilla Corredora” será recordada como una de las más divertidas de la Biblioteca Antonio de Nebrija.