Todo estaba listo para la instancia: el escenario –decorado con árboles, flores, globos y hojas gigantes pintadas por los propios niños– ofreció el ambiente perfecto para dar vida a la historia; los padres y madres se prepararon con gran dedicación, repasando sus líneas y ajustando los últimos detalles de sus trajes coloridos; y los pequeños asistentes del jardín se encontraban expectantes y acomodados en sus sillas. 

La obra comenzó con la alegre entrada de dos personajes caracterizados de abeja y mariposa, quienes saludaron a todos los niños y asistentes con gran entusiasmo. De allí en adelante, la trama giró en torno a un cactus que deseaba ser comprado, mientras que sus amigos –las otras plantas de la tienda– hacían lo posible por ayudarlo. Sin embargo, el cactus nunca fue vendido. ¿Por qué? Ya que resultaba ser el favorito del jardinero, hasta el punto de considerarlo su amigo. 

A lo largo de la función, las risas, la música y la interacción entre los personajes mantuvieron a los niños cautivados. Los apoderados, convertidos en actores por un día, lograron transmitir el mensaje de la obra de manera efectiva y conmovedora. Cuando “Mi amigo el cactus” se dio por finalizado, se entregaron presentes tanto a los actores como a los niños asistentes, cerrando así una jornada inolvidable para todos. Agradecemos al Jardín Leoncito Español, a los apoderados y organizadores por la realización de este maravilloso evento.